Hace algún tiempo, durante su alocución en uno de los desinteresados almuerzos organizados por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), Pedro Bordaberry expresó que era urgente realizar cambios en la educación, y que para eso era necesario vencer las presiones ejercidas por las «corporaciones»… Dicho esto, hizo una pausa, levantó la vista y miró a la sala. El comentario era sin duda audaz y valiente… tanto como inesperado… Justo él, venir a arrojarles directo a la cara una verdad tan cruda… ¡y mientras comían!… Sin embargo nadie dejó de masticar, ningún comensal se atragantó con el petit entrecot, a ninguna dama se le escapó un eructito de sorpresa… Es que por «corporaciones» el sr Bordaberry se refería a los sindicatos de la educación, y no a los dirigentes empresariales que lo escuchaban alborozados, acompañando sus palabras con sendos movimientos de mandíbulas rebosantes.