Graciana Ravelo y Rosina Peña, voceras de la Organización de Futbolistas Uruguayas (OFU), dialogaron con Mundialas 2.0 sobre las restricciones que aún persisten en los partidos de fútbol femenino.
Los recientes clásicos juveniles de fútbol femenino se realizaron con entradas restringidas, donde solo pudieron entrar madre y padre de las jugadoras. Asimismo, en el partido clásico de fútbol sala las entradas se limitaban a 200 por equipo, tenían un valor de 150 pesos y quienes concurrían debían figurar en una lista chequeada con antelación.
Desde OFU entienden que restringir el acceso a estos espectáculos no es la solución. Para Peña detrás de esta medida hay personas que no quieran invertir el dinero necesario para tener los recursos, la seguridad y el ambiente adecuado para que el espectáculo se pueda dar sin restricciones.
Ravelo señaló que aún hay personas que piensan que el fútbol femenino «no vende». El problema está en que si al producto no se lo muestra difícilmente se lo pueda vender, argumentó.
Ambas sostuvieron fervientemente que está demostrado a nivel internacional que el fútbol femenino sí vende y sí es atractivo para el público. Siendo que, por ejemplo, la semifinal de la Copa Mundial Femenina tuvo más espectadores que la final de la Champions League, concluyeron.
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