Fredy Pérez y Diego Azar «dos grandes artistas, dos grandes tipos», así los presentaba Alejandro en la fonoplatea de la EUM.
Dos historias bien distintas que se cruzan en varios puntos. Ejemplo de esto es que Diego tomó clases de guitarra con Fredy a sus once años de edad aproximadamente.
En esta segunda fonoplatea, fue manifesta la gran afectuosidad, profundo respeto y entendimiento musical entre ambos. Ahora bien, cada músico marcó su perfil y punto de encuentro con la música y el instrumento.
Diego Azar: a sus cuatro años de edad escuchaba el disco de los Beatles «Sargento Pimienta» y punk rock, mientras vivía en Suecia. Estudió solfeo con Miguel Marozzi, canto con Sara Dufau, composición con Coriún Aharonián. Sus estudios de guitarra fueron con Guillermo Hill, Jorge Nocetti y Fredy Pérez (músico con quien compartió esta tertulia).
Con varias experiencias como músico instrumentista su punto de contacto inicial fue con el Jazz local, tocando en el “Quinteto del Hot Club”. La casualidad lo llevó descubrir muchas cosas en lo que a la música respecta y de esta manera, buscando nuevas sonoridades para su segundo disco: “No/Santo Azar”, junto a su compadre Santiago “Santo” Lorenzo, llegó al instrumento de origen colombiano llamado “Tiple”, que mucho tiene que ver con su nuevo proyecto.
Nos deleitó con una hermosa canción, llamada: «Canción sin maquillaje», que según él, sin un marco conceptual, como lo es un disco, es solo una canción, carente de sentido. Es decir que para Diego hay un valor muy importante que recae en lo conceptual.
Su actual proyecto, «Orquesta Subtropical», tiene como protagonistas la “Cumbia” y la “Plena”. Surge de la necesidad de salir un poco de lugares “un tanto acartonados, cambiar un poco de aire…Quiero tocar música en las whiskerías» , manifestó.
Éste pareció ser un motivo fundamental para emprender este nuevo rumbo en su carrera musical.
Fredy Pérez: oriundo y criado en la ciudad de Tacuarembó, por su parte, mantiene la característica de músico de tierra adentro y se formó con grandes guitarreros como Severo Núñez y Ricardo Rodríguez. Al tiempo de profundizar sus estudios en el instrumento con Eduardo Fernández, Abel Carlevaro y Esteban Klísich entre otro guitarristas.
Nos contó del toque particular de la chamarra y milonga norteñas y del canto único de Tacuarembó con vibratos largos o melismas (prolongación sonora vocal sobre las consonantes). También sobre su naturalidad de encontrar en originarias versiones de canción criolla la reinterpretación de decirlas y tocarlas en estos tiempos con su sensibilidad.
Se definió como una persona de pocas palabras, y que sus canciones hablaban por sí mismas. Nos dejó canciones cargadas de profunda dulzura captando la atención del público con un sonido que no deja de ser popular pero con un toque que lo hace diferente, cosas de Fredy… .
Lo más llamativo de este encuentro, fue como a partir de dos artistas tan diferentes, surgió una mezcla que mostró una enorme fluidez, naturalidad y un gran valor musical en el transcurso de la fonoplatea.
«Me gusta lo desparejo» es el nombre del primer disco solista de Fredy, reafirmando en esta “Entrevista Musicada” que ambos artistas “bien desparejos”, reúnen muchos puntos en común en su encuentro con la música y el Arte. Así que, ¡viva lo desparejo!.
Victoria González. C/G.coE/GUNI.