Culminó la segunda edición del seminario «Pensando la Cultura»


pensando-la-cultura-segunda-edicionPolítica, gestión y consumo cultural en homenaje a Gonzalo Carámbula. Dos jornadas de pensamiento e intercambio entre actores culturales, sociales y políticos que aportaron al debate y a la construcción, con una mirada crítica a la realidad cultural del país y el mundo.
(Fuente: Teatro Solís).

La producción CiudadGarage.com estuvo presente en dos conferencias que se ofrecen para descarga:

*Dra. Ana Wortman – UBA (Arg.).– Conferencia. El giro cultural de las Políticas Culturales en 30 años en América Latina. (16nov.016).

 

*Rubens Bayardo, Docente e Investigador en Economía de la Cultura. UNSAM/UBA (Arg.) – Conferencia. Las Políticas Culturales a 10 años de la Carta Cultural Iberoamericana.

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seminario-pensando-la-cultura-2da-edicionResumen II Seminario Pensando la Cultura (texto extraído del Portal de Teatro Solís).
“Las mesas, conversatorios y conferencias, abrieron el debate de la mano de Viviane Riegel y Joana Pellerano (Escuela Superior de Propaganda y Marketing, Brasil) junto a Dominik Bartmanski (Technische Universitat Berlín, Alemania). La mesa «El cosmopolitismo y la cultura global» se cuestionó: ¿Cómo se relaciona la gente con la globalización? ¿Cómo se hace presente la globalización y cuáles son las posibilidades y los problemas que son resultantes de esa realidad?» Riegel planteó que «Sería posible pensar que esos cosmopolitas estéticos -los jóvenes- son verdaderamente una forma nueva de pensar el gusto cultural y de pensar posibilidades de reflexividad» El desarrollo de una autoafirmación ligada al deseo de comprender la otredad, de comprender ser mejor.
Por su parte, Bartmanski expuso acerca de la transformación cultural reflejada en el cambio de formato en soportes musicales: del vinilo al cd, analizando las etapas que atravesó en las últimas décadas. «El vinilo como producto cultural, transmisor de sensaciones, como un sonido analógico caliente y humano, menos frío y artificial que los formatos digitales; además de la cuestión de estabilidad: un formato que perdura en el tiempo, sin ser necesario un cambio continuo en su manera de uso». El fenómeno del vinilo como producto consumo cultural y como objeto en sí mismo, «está conectado con el esfuerzo de buscar los discos y también de mantener el producto físico, cuidarlo de que no se dañe y desgaste, aquí aparece la cuestión del respeto a los artistas, y se muestra cómo el formato está conectado a la forma en la que el artista ha elegido para mostrar su obra.» expresó Bartmanski.
Daniela Bouret abrió su mesa sobre Nuevos públicos y audiencias y planteó el debate, «¿Sensibilización o formación de públicos? ¿De qué hablamos cuando hablamos de construcción de ciudadanía? ¿Cómo se gestiona el gusto?» Destacó tres modelos de construcción de ciudadanía: pensada desde el individuo, desde un modelo social con el Estado como garante de los derechos y las políticas sociales, y el tercero vinculado a lo republicano, «un modelo más utópico». Bouret planteó la libertad, la igualdad y la participación como los ejes de la construcción ciudadana: «en base a esta consigna, trabajamos las políticas culturales públicas, para que toda la población acceda a los bienes y servicios culturales». Brindó ejemplos de las acciones llevadas a cabo por el área de Desarrollo de Audiencias del Teatro Solís: cooperación Sur-Sur con Méjico, el proyecto Arte Derechos Humanos, el trabajo en la cárcel de Punta de Rieles, las acciones de la tarjeta Montevideo Libre, entre otras.

En la segunda jornada del seminario, en la conferencia a su cargo, el Director Nacional de Cultura, Sergio Mautone, expuso sobre la situación actual del Plan Nacional de Cultura y los pasos a seguir, destacando que en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto «por primera vez en la vida del país» se crea un ámbito para el estudio en perspectiva de las políticas culturales, con miras a construir por lo menos «un posible escenario donde la cultura es protagonista, con miras al año 2050». Lo cual, según indicó «plantea un nuevo esquema de releer el presente».
En el conversatorio Gestión de la Cultura, el debate centró su atención en trabajarla de manera transversal, no únicamente desde el Ministerio de Educación y Cultura sino desde la economía, el desarrollo social, industria, el turismo, entre otros. Ines Peñagaricano, en representación del Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay, destacó uno de los objetivos de las políticas audiovisuales: «acercar al cine a su público» y la importancia de construir un círculo virtuoso donde las políticas culturales y sus resultados «vuelvan donde tienen que volver». Peñagaricamo resaltó «pensar Uruguay como un lugar de servicios audiovisuales pero también como de creación y difusión de contenidos de otros países y en la cinematografía uruguaya siendo reconocida como tal, encontrar nuevos mercados. La internacionalización».
El seminario avanzó con el conversatorio Política de Cultura, con la participación de Mariana Percovich, Directora General del Departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo, Tomás Lowy, en representación de Iniciativa Latinoamericana, y Tabaré costa, en representación de la Dirección de Cultura de Canelones. Lowy abrió la mesa planteando la discusión sobre la definición de cultura: «Si cultura lo es todo, cultura no es nada, por lo tanto, tenemos que definir claramente qué es. Eso tiene que ver con los artistas, y en cómo ponerlos en contacto con el público». En este sentido, Lowy habló también sobre el desarrollo de audiencias y la cercanía de los público son los centros culturales, destacando la gestión de Daniela Bouret al frente del Teatro Solís: «no importa cuánta gente venga, el tema es si el teatro, funcionando bien, al final transcurre en la sociedad, y que exista en su mejor expresión, porque por suerte, por caminos indirectos, llega a esa persona que nunca vino al Solís». Lowy abordó y cuestionó el concepto de un ser culto, expresando que ser tal no es sinónimo de ser «un buen ciudadano», ni de ser feliz, como tampoco «ser artista es el summum de la condición humana». Cerrando su participación con foco en el ciudadano «nos tenemos que ocupar de generar ciudadanos más libres».

Los artistas y el territorio. Por su parte, Mariana Percovich destacó la importancia del trabajo en territorio y la descentralización, mencionado el trabajo acumulado de las diferentes gestiones: «al tener continuidad, al haber tenido tantas etapas y definiciones distintas y políticas acumuladas, y estar en un momento donde hay que hacer una síntesis, es hora de decir: ‘tenemos que encontrar cómo dialogan los éxitos culturales fuera del centro, con las demandas de los artistas de determinadas necesidades, para que se expresen y generen ese discurso que cambie esta sociedad».
En este contexto, destacó la Secretaría de Descentralización Cultural de la Intendencia de Montevideo, como un camino ya iniciado que hoy se reconoce institucionalmente. «los siguientes gobiernos deberían debatir mucho para eliminar un área que tiene valor propio y es defendida por miles de montevideanos y montevideanas que disfrutan la cultura en los barrios». Percovich retomó el debate planteado por Lowy: «él plantea una polémica interesante en la que todos estos planes tienen que poner el centro: ¿artistas vs. territorio?, ¿cómo trabajamos juntos? o ¿cuál es mi responsabilidad como artista frente a esta nueva realidad?».
Ya en las últimas horas de seminario, Ana Wortman y Rubén Bayardo (Universidad de Buenos Aires), abordaron la cuestión cultural como política de Estado en la última década, destacando como una cuestión singular la preocupación del Estado por intervenir en el campo cultural, algo que hasta entonces generaba cierto resquemor. Wortman se cuestionó «¿cuál es el gusto legítimo?» alegando que comienza a difuminarse la idea de un gusto burgués, de la cultura de las clases altas y bajas, como una cultura «legítima» e «ilegítima» respectivamente. «Pensar la acción cultural ya no tanto pensando en que los sectores bajos de la sociedad tienen que tener el gusto de las clases altas -«el gusto legítimo» como se pensaba en los años 70′ y 80′- (…) Las clases altas no necesariamente consumen alta cultura, lo que pone en cuestión las jerarquías y el gusto legítimo.»
Rubens Bayardo, Docente e Investigador en Economía de la Cultura, compartió la idea de una gestión transversal «hay que pensar la cultura en triángulo con la política y la economía», haciendo hincapié en que debemos preocuparnos por la desigualdad: «tenemos ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres, ocupémonos de la desigualdad»,añadió.

A una cultura entendida de manera global y que atraviese distintas áreas, Bayardo suma al debate el cambio planetario, el de la globalización que lleva indefectiblemente a la unión iberoamericana, «esto lleva a la idea de construir grandes bloques trasnacionales. En ese sentido, el espacio cultural iberoamericano es una pretensión de ligar España y Portugal con las américas de habla lusófona y castellana».
El cierre de «Pensando la cultura» estuvo en manos de Marcos Carámbula, quien recordó el camino trazado por su hermano y enfatizó en la importancia de «pensar una ley nacional de acceso a la cultura, un sistema para todos».
Pensando la cultura fue co-organizado por el Teatro Solís-Intendencia de Montevideo, la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura, Facultad de Información y Comunicación, y Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, y la Comisión Sectorial de la Investigación Científica, con el apoyo de la Escuela Superior de Propaganda y Marketing de Brasil. ”

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