ENTRETIEMPO
Si usted consulta a la Real Academia sobre el significado del término «entretiempo», encontrará la siguiente definición: «Tiempo de primavera o de otoño próximo al verano y de temperatura suave».
Muy lindo, es verdad. No todos los días se encuentran definiciones que contengan tres estaciones en menos de dos renglones. Sin embargo, se trata de una definición equivocada (en definitiva, otra prueba más de porqué es necesario desconfiar de las Academias, cuanto más si son Reales).
Es que todos sabemos que el entretiempo es algo muy concreto: es eso que hay, que pasa, entre el primer y el segundo tiempo de un partido de fútbol. Y eso es mucho.
Si lo definimos cronometralmente diremos que son 15 minutos. Pero decir esto es insuficiente, es casi como no decir nada. Bien podrían ser 10 o 20, lo importante es lo que ocurre en ese tiempo-espacio que se abre casi de repente cuando la pelota deja de girar, el juez la toma en sus manos, los jugadores se dirigen al túnel, y antes de que podamos tomar algún recaudo emocional quedamos abandonados nuevamente e nuestra suerte. A tientas nos paramos como sin saber bien qué hacer, lentamente nos volvemos a mirar (a nosotros mismos, entre nosotros), y sentimos una cosquilla en el estómago, cuando no un nudo en la garganta.
En ocasiones, cuando durante el primer tiempo el sentimiento regresivo de pertenencia a la masa nos había llevado a deliciosos estados animalescos, al sorprendernos el entretiempo sentimos cierto escozor, y adoptamos una pose seria y una conversación intelectualizada, como para distanciarnos de ese energúmeno que hace tres minutos se había apoderado de nosotros. Otras veces nos refugiamos en el comentario del locutor de radio, y damos continuidad por esa vía a nuestro estado de alienación. Hay quienes, hijos de la sociedad de consumo, no pueden tolerar un entretiempo sin comprarse un chori, una coca, un alfajor. Otros se ponen a mandar mensajes de texto uno tras otro, como si en 15 minutos debieran despedirse de todos sus seres queridos. Y hay quienes se quedan sentados con la mirada perdida, como aprovechando esos 15 minutos para examinar sus vidas, lo que les espera al finalizar el partido, lo que no pueden engañar.
En definitiva, el entretiempo es eso que ocurre entre que se esfuma el hechizo y el genio asoma nuevamente: en ese entre-tiempo frotamos la lámpara y hacemos secretas promesas de cosas que luego vamos a olvidar.
Falta un programa para que el juez pite y comience el entretiempo de Arquero Peligro. Y como siempre que nos queda poco tiempo, tenemos mucho de que hablar:
*Terminamos la encuesta de lo mejor y lo peor del Apertura 2010 y entregamos nuestros premios “Rulemanes Barrios” y “Queso Sancho”.
*Una fábula del verano: el Pato, la Fiera, y el Circo del “mercado de pases”.
*Nuestro equipo se sigue preparando: Karlitos Santos se va a defender su tesis de maestría y nos cuenta de qué viene.
*En Mundialéctico: ¿Qué pasa en Buenos Aires? Algunas claves para comprender las violencias en torno a las ocupaciones de parques en el Sur bonaerense.
*En la Aldea: ¿Qué pasa en el barrio Casavalle? Nos visitan los pibes del colectivo “contra la pared otra vez” para hablarnos de lo que viven cotidianamente en el barrio del Padre Cacho.
*Además, en nuestra Rocola, otra propuesta sorpresa.
Algo de esto, el próximo jueves a las 20hs, por la Radio de la Universidad.
Arquero Peligro
Todos los jueves a las 20hs
en vivo por:
UNI Radio 89.1 fm + on line por http://www.uniradio.edu.uy/
(o descarga los programas en: http://www.arqueropeligro.blogspot.com/)
arqueropeligro@gmail.com
Arquero Peligro: mucho más que fútbol (y menos también)