En la segunda columna de Periferias sobre las políticas de seguridad en América Latina, se aborda la realidad de Venezuela y Chile.  En la lista de ciudades más violentas del continente latinoamericano, la capital de Venezuela, Caracas, ocupa el segundo lugar con una tasa de homicidios de 106.63 por cada 100.000 habitantes. Mientras Chile es visto muchas veces como un ejemplo, debido a que tiene una de las tasas más bajas de violencia en la región. 

Para profundizar en estos casos, conversamos con Andrés Antillano, psicólogo social y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), especialista en criminología y activista por los derechos humanos,  y con Lucía Dammert, socióloga chilena, experta en temas de seguridad en América Latina, quien fue asesora en el gobierno de Michelle Bachelet. 

“A partir del 2009 hay un cambio muy marcado, con el recambio entre el modelo de Chávez y el gobierno de Maduro. Donde la retórica no tiene que ver con factores estructurales, no tiene que ver con la injusticia social, el delincuente no es la víctima del sistema, si no más bien reproduce valores morales del sistema capitalista, se desempolva la idea de que el delincuente es un lumpen, un enemigo del pueblo“, señaló Antillano. 

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